Diferentes tipos de empresas según su actividad

Empresas
Tipos de empresas

En el siguiente artículo vamos a descubrir cuáles son los tipos de empresas según su actividad económica o su dimensión además de otras variables. Esta clasificación influye en su régimen jurídico, que es fundamental para el futuro de tu negocio. Si sabes distinguir los tipos de empresas ayudas a organizar mejor los datos del entorno.

En cualquier caso las dos clasificaciones más importantes son las que distinguen tipos de empresas por su actividad económica y las que se caracterizan por su nivel de dimensión. Además existen otras variables o atributos por los que distinguir a un negocio de otro.

Tipología según la actividad económica

Existen numerosas clasificaciones de empresas según su actividad económica pero consideramos que las más relevantes son las efectuadas por la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) y la relacionada con la tarifa del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE).

Tipos de empresas según la CNAE: para este organismo existen cuatro niveles:

  1. El más general es el de las secciones.
  2. Dentro de cada sección, puede haber varias divisiones.
  3. A su vez, las divisiones pueden tener varios grupos.
  4. Cada grupo puede contener diferentes clases de empresas.

Dentro de las secciones la CNAE establece la siguiente clasificación:

  • Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca.
  • Industrias extractivas.
  • Industria manufacturera.
  • Suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado.
  • Suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación.
  • Construcción.
  • Comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos de motor y motocicletas.
  • Transporte y almacenamiento.
  • Hostelería.
  • Información y comunicaciones.
  • Actividades financieras y de seguros.
  • Actividades inmobiliarias.
  • Actividades profesionales, científicas y técnicas.
  • Actividades administrativas y servicios auxiliares.
  • Administración pública y defensa; seguridad social obligatoria.
  • Educación.
  • Actividades sanitarias y de servicios sociales.
  • Actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento.
  • Otros servicios.
  • Actividades de los hogares como empleadores de personal doméstico o actividades de los hogares como productores de bienes y servicios para uso propio.
  • Actividades de organizaciones y organismos extraterritoriales.

La clasificación del IAE también está jerarquizada en cuatro niveles:

  • El más general se denomina sección.
  • En cada sección hay varias divisiones.
  • Las divisiones pueden contener varias agrupaciones.
  • En una misma agrupación pueden estar varios epígrafes.

En cuanto a las secciones, que es la clasificación más general, la IAE distingue entre:

  • Sección primera: actividades empresariales ganaderas, mineras, industriales, comerciales y de servicios.
  • Sección segunda: actividades profesionales.
  • Sección tercera: actividades artísticas.
  • Es en el segundo nivel en el que se hace una clasificación más sectorial de las actividades. La sección primera está dividida en nueve divisiones; la segunda, en ocho y la tercera no tiene divisiones, sino que se estructura en torno a cinco agrupaciones.

Tipos de empresas según su dimensión

También se pueden estructurar según el tamaño de la empresa de una forma parecida a las anteriores. Las dos clasificaciones más destacadas son las de reducida dimensión en el Impuesto sobre Sociedades y la del Reglamento nº 651/2014 de la Comisión Europea.

Las empresas de reducida dimensión tienen una clasificación dicotómica: los sujetos de este impuesto son o no empresas de reducida dimensión. Los criterios para considerar una empresa como de reducida dimensión son:
Importe neto de la cifra de negocios del período impositivo anterior inferior a 10 millones de euros.
No tener la consideración de entidad patrimonial. Es decir, una sociedad cuya actividad principal consiste en la gestión de un patrimonio mobiliario o inmobiliario.

La clasificación del Reglamento (UE) nº 651/2014 de la Comisión Europea establece los siguientes tipos de empresas:

La categoría de microempresas, pequeñas y medianas empresas conocidas como Pymes. Está constituida por las empresas que ocupan a menos de 250 personas y cuyo volumen de negocios anual no excede de 50 millones de euros o cuyo balance general anual no excede de 43 millones de euros.
Una pequeña empresa es aquella que ocupa a menos de 50 personas y cuyo volumen de negocios anual o balance general anual no supera los 10 millones euros. Como vemos, todas las pequeñas empresas pertenecen a la categoría de las Pymes, pero no todas las Pymes son pequeñas empresas.
Una microempresa es aquella que ocupa a menos de 10 personas y cuyo volumen de negocios anual o balance general anual no supera los 2 millones de euros. Por lo tanto, todas las microempresas son Pymes y pequeñas empresas.

Implícitamente, esta clasificación genera dos tipos más de empresas:
Las medianas empresas son Pymes que tienen entre 50 y 249 trabajadores. Además, deben tener un volumen de negocios anual o balance general que supere los 10 millones de euros pero que no llega a los 43 millones de euros.
Las grandes empresas son las que no cumplen la definición de Pyme. Puede ser por contratar 250 trabajadores o más o bien por tener un volumen de negocios anual igual o superior a 50 millones de euros o un balance general anual igual o superior a 43 millones de euros.
Otros criterios de clasificación

Las posibilidades para clasificar las empresas son incontables. Entre otros destacan los criterios:

  • De forma jurídica: diferentes tipos de sociedades mercantiles, fundaciones, asociaciones, etcétera.
  • Territoriales, ya que el ámbito geográfico puede marcar su domicilio fiscal, domicilio social o residencia fiscal entre otros.
  • Finalidad lucrativa frente al sector del emprendimiento social.
  • Relaciones con otras empresas: matriz, filial, empresas asociadas, del grupo, empresas sin vinculación, etc.
  • En función del ciclo de vida empresarial se pueden hacer diversas clasificaciones.
  • El tipo de uso que se hace de los factores de producción permite distinguir, por ejemplo, empresas intensivas en trabajo o en capital en términos relativos con otros negocios.
  • Los tipos de empresas hablan de lo variado que es el ecosistema emprendedor. Por ello, hay que estar al tanto de los criterios de clasificación que permiten entender hasta dónde llegan las coincidencias y desde dónde aparecen las características singulares.

 

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