En España se utilizan tres métodos para determinar la base imponible de los impuestos:
- Estimación objetiva
- Estimación directa
- Estimación indirecta
Las tres tienen en común que son medidas que buscan valorar el hecho imponible de un impuesto, que es el hecho que origina la obligación de contribuir.
A lo largo de este blog, nos vamos a centrar en la primera de ellas, la estimación objetiva. Aunque cabe mencionar que, en términos generales, se puede afirmar que este método se usa cada vez menos. Parece que el futuro promueve una mayor aplicación de otras alternativas, que la tecnología facilita cada vez más.
¿Qué es la estimación objetiva?
La estimación objetiva de un impuesto es un método utilizado para calcular la base imponible de ciertos impuestos de manera aproximada basándose en criterios generales y simplificados.
En la estimación objetiva, se utilizan parámetros preestablecidos, como el tamaño del local, el número de empleados, la facturación anual, entre otros, para determinar la base imponible del impuesto. Estos parámetros se establecen de forma genérica y no toman en cuenta las características individuales de cada contribuyente.
Por ejemplo, considera el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Es probable que, si tienes un negocio, obtengas mayores ganancias si tu establecimiento es espacioso, cuentas con un gran número de empleados y máquinas y consumes una gran cantidad de energía.
El objetivo de este método es simplificar el proceso de cálculo de impuestos, especialmente para aquellos contribuyentes que no cuentan con recursos o capacidad para llevar a cabo una contabilidad detallada. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la estimación objetiva puede no reflejar con precisión la realidad económica de cada contribuyente, ya que se basa en suposiciones generales.
¿Cómo funciona?
Al hacerse un cálculo basado en elementos objetivos fácilmente comprobables, la estimación objetiva evita muchas obligaciones formales. Esto facilita que los contribuyentes que utilizan este método no estén obligados, por motivos fiscales, a llevar una contabilidad de acuerdo con el Código de Comercio. Además, sus modelos y los aspectos relacionados con la facturación pueden ser más simples.
Entre los modelos que los contribuyentes que utilizan la estimación objetiva deben presentar, destacan dos:
- Modelo 303, utilizado para liquidar el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Aunque es el mismo formulario que utilizan otros contribuyentes, en el caso de la estimación objetiva tiene ciertas particularidades.
- Modelo 131 para realizar los pagos fraccionados del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Además, dependiendo de las circunstancias, es posible que deban presentar otros formularios.
¿Quién aplica la estimación objetiva?
Aplican la estimación objetiva determinadas personas físicas y entidades en atribución de rentas formadas sólo por personas físicas para la tributación de:
- Los rendimientos de actividades económicas.
- Los regímenes simplificados del IVA y, en Canarias, el IGIC.
Sin embargo, también hay casos excepcionales como las entidades navieras que es en función del tonelaje en el Impuesto de Sociedades (IS).
Requisitos para aplicar la estimación objetiva
Calcular la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) como para el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) a través de la estimación objetiva es totalmente voluntario. Sin embargo, si se decide realizar con este método se deben cumplir los siguientes requisitos:
- Debes ejercer una actividad que esté contemplada en una normativa conocida coloquialmente como «orden de módulos», la cual se publica anualmente. Además, esta normativa establece unos límites específicos que no debes superar.
- Existen límites en los módulos que se han prorrogado en los últimos años. Los límites marcan los rendimientos y el volumen de compras que puedes alcanzar y que, si los superas, quedas excluido de la estimación objetiva.
- No debes haber renunciado a la estimación objetiva, ya que su aplicación es voluntaria. La renuncia tiene efecto durante un período mínimo de tres años.
- No puedes realizar actividades económicas en el IRPF que determinen tus ingresos según la estimación directa. En el caso del IVA, solo puedes realizar actividades que no estén acogidas a los regímenes especiales simplificados, como los relacionados con agricultura, ganadería, pesca o recargo de equivalencia.
- Debe existir una coordinación entre el IRPF y el IVA.
- No puedes realizar actividades total o parcialmente fuera del territorio español. Sin embargo, se considera que las actividades de transporte urbano colectivo y de pasajeros por carretera, el transporte en taxi, el transporte de mercancías por carretera y los servicios de mudanzas siempre se realizan dentro del territorio español.
En resumen, la estimación objetiva es un método voluntario de cálculo de impuestos, aplicable tanto al IRPF como al IVA, que se basa en parámetros preestablecidos y simplificados.
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