Con 420 productores y 142 millones de euros de negocio, la cerveza artesanal está presente en casi todas las provincias, representando el 1,1% de la cuota de mercado en España, según los datos del último informe técnico del sector, correspondiente al año 2020, cuando la producción se redujo por encima del 22% a consecuencia de las restricciones de la pandemia. La cifra no es menor para un modelo de negocio prácticamente inexistente hace dos décadas y en continuo desarrollo desde entonces.
El panorama europeo invita al optimismo e invita a confiar en una tendencia al alza que promete multiplicarse en un futuro próximo en nuestro país. La penetración del sector en países con gran tradición cervecera y artesanal es del 11% en Alemania, del 5% en Bélgica o del 4% en Francia, pero es destacable un fuerte crecimiento en otros países como Italia, que alcanza un 3% y que presenta realidades más cercanas a la situación español. Precisamente este 3% de la cuota de mercado es al que apuntan como objetivo los principales organismos sectoriales.
Otro importante dato para apuntalar referirse al impacto que tiene ya la cerveza artesanal en nuestro entorno es el alto grado de implantación en el territorio, con un fuerte localismo. Según este mismo informe, todas las provincias españolas salvo Teruel y la ciudad autónoma de Melilla cuentan con productores artesanos. Además, con una peculiaridad destacable: de las 420 cerveceras activas en el 2020 en el Registro General Sanitario de Empresas Alimentarias y Alimentos, el 87% se ubica fuera de la capital de provincia, lo que hace de ellas un ejemplo de emprendimiento local. La mayoría, un 26%, son catalanas, escenificando la apuesta de esta comunidad autónoma por la creación y consumo de este tipo de cerveza.
Radiografía actual del sector de la cerveza artesanal
Atendiendo a la citada normativa europea, estas empresas se dividen según su producción en:
- Nanocerveceras: Producción de menos de 2.000 barriles por año. Suponen un 50% del total
- Microcerveceras: Producción de menos de 15.000 barriles por año. Suponen un 41% del total
- Pequeñas cerveceras: Suponen un 9% del total.
Los tres grupos presentaron en el 2020, respectivamente, un nada desdeñable volumen de negocio de 22, 65 y 55 millones de euros, para un total de 142 millones. Produjeron un total de 3.856 cervezas distintas, a una media de nueve por productor, alejándose claramente de la uniformidad de las cervezas industriales para establecer una diversidad en la que se fundamenta su atractivo.
Nuevo nicho del mercado para el consumo y el turismo
Un grupo de investigadores de la Escuela de Ingenierías Agrarias de Palencia ha definido las características técnicas de las cervezas artesanales y han señalado su interés como nuevo nicho de mercado para el turismo. En este sentido, la investigación señala que en España se ha pasado de unos 50 productores de cerveza artesanal en 2010 a más de 500 en 2020 lo que sitúa el país en el octavo puesto de Europa con 503 microcervecerías en activo durante 2020. Según los investigadores, este rápido crecimiento podría deberse al incremento en el consumo de cervezas artesanales entre la gente más joven, que demanda productos genuinos, singulares y de alta calidad.
La principal conclusión del estudio radica en el uso que hacen estas pequeñas cerveceras artesanales del localismo y la singularidad como principales elementos sobre los que construir su marca y señas de identidad. Esto es un fiel reflejo de las tendencias de los últimos años en los que los consumidores cada vez se preocupan más por el origen de los productos que toman y, en especial con las cervezas, por todo lo que se vincula con el proceso de creación de las mismas. En este sentido, el mercado de las cervezas artesanales está pasando de un modelo clásico de distribución a hostelería a un marco de colaboración entre fabricantes, distribuidores y hosteleros para crear una cultura propia cervecera que vaya más allá que el simple consumo.
Debido a esta situación, desde el estudio universitario se apunta la existencia de un nicho de mercado en el que acciones como las catas, maridajes, locales especializados o visitas a las instalaciones de las propias fábricas de cerveza se incluyen dentro del propio ciclo de consumo de la bebida, uniendo las acciones de marketing y comerciales de todos los agentes
Aumento de la influencia sobre las grandes cerveceras
La cerveza artesana ha influido incluso en las campañas y estrategias de marketing de las grandes cerveceras, donde el producto ha pasado a un primer plano, cuando hace unos años la publicidad se focalizaba en un reclamo emocional donde la cerveza era un complemento. Ahora las grandes cerveceras se preocupan cada vez más de explicar los orígenes de sus recetas. la calidad de sus productos y embotellados y variedades cada vez más originales, apostando incluso por diversificar su oferta de productos, algo contrario a la tendencia de hace una década cuando la uniformidad era el principal valor.