Margen de beneficio, ¿cuál es la fórmula para calcularlo?

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margen de beneficio

Al determinar el coste de tu producto o servicio, el margen de ganancia constituye la suma que aspiras obtener a partir de la transacción. En este artículo, detallamos los aspectos fundamentales relativos al margen de ganancia, así como la ecuación empleada para su evaluación. El margen de ganancia figura como uno de los elementos clave que deseamos comprender al hablar de tarifas. Nos guía en cuanto a la manera en que los ingresos se convierten no solamente en remuneraciones para los recursos productivos, sino también en la generación de utilidades.

No obstante, abarcar su comprensión presenta ciertos desafíos. El margen de utilidad está sujeto a elecciones que involucran diversas consideraciones. Es por esto que se trata de un concepto en el cual no solo debemos contemplar su definición y método de cálculo, sino también sus limitaciones inherentes.

La fórmula del margen de beneficio

El margen de beneficio es la proporción o porcentaje de ganancia que se obtiene a partir de la diferencia entre los ingresos generados por la venta de un producto o servicio y los costes asociados a su producción o provisión. En otras palabras, es el margen entre el precio de venta y el coste de producción.

Su ecuación se expresa de la siguiente manera:

Margen de Beneficio=(Precio-Coste)/Precio

En el caso de quererlo representar como porcentaje:

Margen de Beneficio=100*(Precio-Coste)/Precio

Vamos a verlo reflejado en un ejemplo.

Imagina que tienes un pequeño negocio de fabricación y venta de camisetas personalizadas. Has calculado que el coste total de producir una camiseta, incluyendo materiales, mano de obra y gastos generales, es de 10 Euros por unidad. Decides vender cada camiseta por 20 Euros.

Margen de Beneficio=(20-10)/20=0,5

Si lo queremos en porcentaje: Margen de Beneficio (%)=100*(20-10)/20=50%

En este caso, el margen de beneficio de cada camiseta personalizada es del 50%. Esto significa que de cada venta de camiseta, el 50% del precio de venta se traduce en ganancia neta después de cubrir los costes de producción.

El precio a partir del margen de beneficio

En algunas situaciones, estamos interesados no en conocer el margen de ganancia, sino en determinar el precio necesario para lograr el margen de ganancia que nos hemos propuesto. Este cálculo se puede realizar despejando la fórmula previamente mencionada:

Precio=Coste/(1-Margen de Beneficio)

Si expresamos el Margen de Beneficio en porcentaje, la fórmula será:

Precio=Coste/(1-(Margen de Beneficio/100) )

Supongamos que tienes una pequeña tienda en línea donde vendes productos artesanales y quieres obtener un margen de beneficio del 30% en cada venta. Actualmente, estás evaluando un producto en particular que tiene un coste de producción de 50 Euros por unidad. Deseas determinar a qué precio deberías vender este producto para alcanzar tu objetivo de margen de beneficio del 30%.

Precio=50/(1-0,3)=71.43 Euros

Por lo tanto, para obtener un margen de beneficio del 30% en este producto con un coste de producción de 50 Euros, deberías venderlo a un precio de aproximadamente 71.43 Euros.

Adicionalmente, conviene tener presente que al precio previo a los impuestos, debemos sumar la influencia del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y otros gravámenes indirectos, así como, en caso de estar presentes, los desembolsos vinculados a la transacción. En una situación hipotética en la que el único factor que incide en nuestro producto es el IVA a un 21%, tendríamos que:

PVP=71.43*1,21=86.41 Euros

Por lo tanto, si vendieras el producto a 71.43 Euros y aplicaras un IVA del 21%, el precio total al que se vendería después de agregar el impuesto sería aproximadamente 86.41 Euros.

El margen de beneficio depende de la cantidad producida

En los ejemplos simples que hemos presentado, teníamos información sobre los valores de los precios y los costes. Sin embargo, la situación real tiende a ser un tanto más intrincada. Ambos elementos son variables que podrían estar sujetas a cambios en función de la cantidad de producción.

  • Cómo dependen los precios de la cantidad producida

En relación a los precios, algunas compañías se encuentran en la posición de aceptar los precios que el mercado establece sin cuestionarlos. Esto sería válido si estamos operando como una empresa de dimensiones reducidas en un ámbito donde hay múltiples competidores que ofrecen exactamente lo mismo que nosotros. En tal escenario, nuestra capacidad de aumentar los precios se vería limitada, ya que incrementarlos por encima de la competencia podría resultar en la pérdida de clientes.

No obstante, en su mayoría, las empresas tienen un cierto grado de autonomía para establecer sus tarifas. Aunque sus productos puedan compartir similitudes con los de otros competidores, es probable que posean características únicas. En consecuencia, existe la posibilidad de que haya segmentos de clientes dispuestos a pagar un precio ligeramente superior.

Es importante destacar que, aunque logremos atraer a ciertos clientes con esta estrategia, la cantidad de consumidores dispuestos a adquirir nuestros productos disminuirá a medida que elevemos los precios. En otras palabras, un margen de beneficio más amplio podría traducirse en una disminución en la cantidad de productos demandados.

  • Cómo dependen los costes de la cantidad producida

En relación a los gastos, se observa un paralelismo. Existe una porción de estos gastos que permanece constante independientemente de la cantidad de producción, denominados costes fijos. Por otro lado, hay otros costes variables que reflejan la necesidad de emplear mayores recursos al incrementar la producción. Por ejemplo, los costos laborales son un caso representativo de esto.

En términos generales, en una producción inicial baja, aumentar la cantidad producida resulta en una disminución de los costos por unidad de producto. Los costes fijos se diluyen entre un mayor número de unidades de bienes o servicios producidos. Asimismo, los costds variables disminuyen debido a la explotación de las economías de escala y la especialización laboral.

No obstante, en algún punto, los costes variables empiezan a aumentar. El crecimiento en la magnitud de la operación plantea desafíos en términos de organización y gestión de la información. Los recursos empleados han proporcionado sus principales beneficios al negocio y su productividad empieza a menguar.

Además, al evaluar los costes fijos en relación a cada unidad de producto, se puede observar que están ampliamente distribuidos y su peso disminuye con el tiempo. Siguen disminuyendo a medida que la producción aumenta. Sin embargo, llega un punto en el que la disminución no es suficiente para compensar el aumento en los costes variables, que tienden a incrementarse.

¿Conviene maximizar el margen de beneficio?

Indudablemente, las compañías pueden poseer metas que difieren de la maximización del lucro. Esto es evidente, por ejemplo, en emprendimientos con orientación social o en aquellos negocios que persiguen, por diversas razones, la expansión o el reconocimiento.

No obstante, incluso si nuestro objetivo es lograr el mayor beneficio posible, tampoco es prudente enfocarse únicamente en maximizar el margen de beneficios. Un margen excesivamente amplio podría equivaler a oportunidades que quedan desaprovechadas. Estaríamos sacrificando ventas que podrían tener un margen menor, pero aún así generarían ganancias.

En este sentido, la tendencia apunta a buscar el crecimiento sustentado en la adquisición de conocimiento. Las empresas buscan generar activos intangibles internos que les permitan expandirse de manera más amplia. Se esfuerzan por aplicar su conocimiento sobre el producto en otros contextos, como segmentos de consumidores diferentes, mercados internacionales o productos variados.

El conocimiento opera en un ámbito que trasciende las fronteras de las ganancias inmediatas, ya que representa una inversión a largo plazo. Por tanto, no resulta inusual encontrarnos con proyectos que carecen de un margen de beneficio inmediato, pero que son impulsados por compañías que buscan enriquecer su experiencia. En ocasiones, incluso se presentan situaciones en las cuales, con el propósito de superar una fase inicial de aprendizaje y asegurar la competitividad, se deben enfrentar pérdidas iniciales.

En este contexto, el margen de beneficio se convierte en una herramienta para la planificación y el control. Sin embargo, su análisis debe ser exhaustivo, tomando en cuenta su contexto y su desarrollo en el tiempo, lo que incluye las proyecciones futuras.

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