Qué es el EINF y cómo afecta al depósito de cuentas

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El EINF llega a más empresas. Te contamos qué es el Estado de Información No Financiera, cómo afecta al depósito de cuentas y cuáles son las últimas novedades.

  • La información del EINF complementa la visión que ofrecen las cuentas anuales.
  • Muchas empresas de entre 250 y 500 trabajadores se enfrentan a su primer EINF.

El Estado de Información No Financiera (EINF) se está configurando como una importante obligación en empresas de cierto tamaño. Además, está marcando un camino de transparencia en materia de sostenibilidad del que pueden aprender pymes y autónomos.

En ese sentido, este fin de año, llegan novedades. Se aplican otros criterios para saber qué empresas deben elaborarlo. Con ellos, muchas empresas de entre 250 y 500 trabajadores, si cumplen las condiciones, deberán elaborarlo por primera vez. Por el volumen de información que exige, el reto es grande y hay que prepararse lo antes posible.

Qué es el estado de información no financiera y qué forma tiene

Pretende ser un complemento a las cuentas anuales que ayude a comprender la evolución, resultados y situación de una sociedad o grupo. No obstante, en este caso, hablamos en un sentido más amplio que el habitual. Se incluyen aspectos sociales y ambientales que nos marcan una parte muy importante de la relación de la empresa con su entorno.

En cuanto a la forma, el Código de Comercio y la Ley de Sociedades de Capital no fijan un modelo concreto. No obstante, el Código de Comercio sí establece que las sociedades dominantes que estén obligadas a formular cuentas consolidadas deberán basarse en marcos normativos. Entre los más habituales encontramos:

Además, el EINF puede incluirse dentro del informe de gestión o emitirse por separado. En este último caso habrá que indicar expresamente que forma parte del informe de gestión.

El EINF complementa la información financiera con otra de tipo ambiental y social que contribuya a comprender mejor la evolución, resultados y situación de la sociedad o grupo.

Cuál es su contenido

En principio, es necesaria una orientación general con:

  • Explicación del modelo de negocio.
  • Análisis del entorno y perspectivas.
  • Descripción de cómo la empresa pretende abordar las principales cuestiones.
  • Los resultados tanto de las medidas tomadas como de la propia actividad de la empresa.
  • Principales riesgos de la actividad de la sociedad o grupo.

Adicionalmente, el contenido del EINF incluye los siguientes bloques:

  • Ambiental. Trata sobre la relación de la empresa con los principales retos ambientales como la contaminación, la economía circular y la prevención y gestión de residuos, el uso sostenible de los recursos, el cambio climático y la protección de la biodiversidad.
  • Social y de personal. Aquí se abordan las cuestiones de recursos humanos, como la organización del trabajo, la salud y seguridad, el diálogo social, la accesibilidad universal de las personas con discapacidad o las medidas para favorecer la igualdad.
  • Derechos humanos. Se informa sobre diversos procedimientos orientados a asegurar su respeto.
  • Lucha contra la corrupción y el soborno. Se describen las medidas orientadas a prevenirlos, así como para luchar contra el blanqueo de capitales. También se explican las aportaciones a fundaciones y otras entidades sin fines lucrativos.
  • Social. Aquí se da cuenta de los compromisos de la empresa con el desarrollo sostenible, la subcontratación y los proveedores, los consumidores y la información fiscal.

En todo caso, no es necesario un orden estricto de contenidos, aunque deben figurar todos. Si alguno faltase (porque no aplicamos ninguna política en ese aspecto) ofreceríamos una explicación clara y motivada. Además, suele emplearse un anexo que indique a los interesados en qué punto del informe se encuentra cada información exigida por la ley.

Qué empresas deben presentar el EINF

Los nuevos criterios para su obligatoriedad son aplicables a partir del 30 de diciembre de 2021. Por tanto, afectan al cierre de aquellas empresas cuyo ejercicio social coincide con el año natural. En principio, para estar obligadas a presentar el EINF han de cumplirse dos condiciones:

  • Tener más de 250 trabajadores.
  • Ser sociedades de capital, en cuyo caso deberán formular un EINF individual cada una de ellas o sociedades dominantes de un grupo consolidado, en cuyo caso deberán formular un EINF consolidado.

No obstante, no todas las sociedades que cumplan estos dos requisitos deben presentar el EINF. Habrán de hacerlo las que caigan en una de estas dos categorías:

  • Entidades de interés público a efectos de la auditoría de cuentas, salvo que tengan la calificación de pymes conforme a la Directiva 34/2013.
  • Que tengan durante dos ejercicios consecutivos más de 20 millones de euros de activo como una cifra anual de negocios superior a los 40 millones de euros. Estas cifras deben medirse al cierre del ejercicio.

Desde el 30 de diciembre, muchas empresas de entre 250 y 500 trabajadores estarán obligadas a formular el EINF por primera vez.

El depósito del EINF

Como con el informe de gestión, se sigue una sistemática de plazos pareja a la de las cuentas anuales:

  • Tres meses para la formulación tras el cierre. Además, tras su formulación, el EINF deberá ser verificado por un prestador independiente de servicios de verificación.
  • Seis meses desde el cierre para la aprobación por la junta ordinaria como un punto separado del orden del día.
  • Un mes para el depósito desde la aprobación. Esto nos suele llevar, si el ejercicio social coincide con el año natural, como mucho, a finales de julio.

No depositarlo puede ser un problema importante, que acarree sanciones y el cierre registral del Registro Mercantil. Además, impedirá dar la publicidad legal que requieren las cuentas y otros documentos mercantiles. De ahí se puede derivar una dificultad para el acceso a financiación, subvenciones, contratos o proyectos públicos y privados.

Por tanto, debemos estar preparados cuanto antes no solo para comprender el proceso del EINF, sino también para poder mostrar la sostenibilidad social y ambiental de la empresa.

Artículo extraído de Sage Advice, escrito por Gonzalo García Abad, experto en fiscalidad y cuenta con experiencia como blogger en distintos canales en los que trata sobre economía.

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