España puede presumir de ser el mayor productor europeo de Sin alcohol y al mismo tiempo el mayor consumidor con una tasa del 16,6% de toda la cerveza, lo que supone un total de 2,4 millones de hectolitros al año. Según el último informe socioeconómico de la asociación Cerveceros de España la pandemia tuvo un efecto perjudicial en el consumo de la cerveza sin alcohol. Como resultaban complicados los desplazamientos a la hostelería y los consumidores no tenían que cambiar sus hábitos por el tema de la conducción, optaron por la cerveza tradicional. Por eso se espera que tras la crisis se recuperen los niveles anteriores a esta.
La producción aumenta un 20% en Europa
Según la Oficina Europea de Estadística conocida como la Eurostat la producción de cerveza con menos del 0,5% de alcohol o sin contenido alguno de este elemento en los estados miembros de la Unión Europea ha sido de 1.700 millones de litros. Esto supone un aumento del 20% respecto al periodo anterior.
Se produjeron 33.100 millones de litros de cerveza con alcohol lo que refleja que el 5,13% de la birra total producida en la Unión Europea es sin alcohol ó 0.0. La producción con alcohol aumentó sólo un 3%.
Historia y Orígenes de la Cerveza sin alcohol
El origen de la cerveza sin alcohol podría situarse en la Europa medieval dónde eran más baratas que la tradicional y gozaban de cierta popularidad pues algunos preferían la cerveza sin alcohol antes que consumir agua, a menudo contaminada. El consumo de este líquido ha estado ligado normalmente a la abstinencia y sobre todo a la religión pues muchas de ellas tienen prohibida la ingesta de alcohol.
Su auge vino con la conocida como “Ley Seca” de los Estados Unidos durante los años comprendidos entre 1919 y 1933. Los productores se dieron cuenta de que sólo era necesario un paso más para desalcoholizar sus bebidas por lo que se popularizó mucho entre los fabricantes. Tras legalizar el alcohol la Sin pasó a un segundo plano en Estados Unidos.
Ya en los años 80 y 90 del siglo pasado volvió a repuntar el consumo de las SIN debido a la toma de conciencia por parte de la sociedad de los problemas derivados del alcoholismo. Los centros de desintoxicación se popularizaron y fueron muchos los que apostaron por la cerveza sin alcohol. En la actualidad se vende incluso en los países musulmanes pues tiene encaje en las legislaciones anti alcohol locales. En algunos estados norteamericanos es legal venderla a niños.
¿Cómo se produce la cerveza sin alcohol?
Para su elaboración sólo son necesarios cuatro ingredientes con los que crear esa combinación espumosa que triunfa por donde va, agua, malta, lúpulo y levadura. Cada uno de ellos aporta una característica. La malta el dulzor y la densidad, el lúpulo el amargor y la levadura la acidez. Por su parte, el agua se encarga de potenciar el resto de sabores. El cereal por excelencia para la creación de cerveza es la cebada pero también se puede utilizar maíz, trigo o arroz, aunque estos últimos son de consumo minoritario en España.
Las Sin se elaboran prácticamente igual que la tradicional y en las mismas instalaciones. En primer lugar se procede a moler la malta, a continuación se añade agua para el macerado y para crear el mosto cervecero. Después se procede al filtrado para separar el mosto de las cascarillas de la cebada. Antes de añadir la levadura se lleva a ebullición y es ahí cuando se añade el lúpulo para lograr el amargor y aroma que la caracteriza.
La diferencia fundamental respecto a la cerveza tradicional es el ajuste de ciertos parámetros como la temperatura y los tiempos, que se controlan de tal forma que el mosto cervecero contiene menos azúcares fermentables que limitan la generación del alcohol, sin someterse a ningún tipo de proceso químico o artificial.
Beneficios de la cerveza sin alcohol
Este es uno de los debates que está sobre la mesa de nutricionistas y otros expertos de la salud. Todos coinciden en que los beneficios de la cerveza sin alcohol tienen que ver con un alto poder de hidratación, un perfil nutritivo mejor al de otras bebidas, ciertos efectos positivos para el corazón o contra cálculos renales motivado por los fitoquímicos que genera el lúpulo.
Gran poder de hidratación: En el caso de la cerveza Sin encontramos como esta bebida es un 95% agua, una de las cantidades más altas de las bebidas actuales. La Sin es una solución interesante para hidratarte cuando te apetece algo más que agua.
- Pocas calorías: La cerveza sin alcohol engorda menos que la convencional ya que su contenido en calorías es menor. Hay que tener en cuenta que el alcohol es la principal causa de las calorías presentes en la cerveza, así que si lo eliminamos también reducimos ese extra que aportamos.
- Más de 2.000 sustancias beneficiosas: La Sin cuenta con un completo perfil nutricional en el que se encuentran más de 2.000 sustancias positivas para el organismo. Entre ellas destacan las proteínas, vitaminas, minerales, ácido fólico o la fibra.
- Mejor tolerada por el sistema digestivo: Son muchos los que relacionan el consumo de la cerveza con la diarrea. Un problema derivado del efecto que el alcohol tiene en el intestino dónde las bacterias presentes en esta zona se pueden alterar al asimilarlo. Este problema se reduce en la versión Sin, que tiene un grado mucho más reducido o incluso inexistente de alcohol como es el caso de la 0,0. Por este motivo los riesgos de diarrea y otros problemas digestivos se reducen bastante incluso si se bebe mucha cerveza Sin.
- Mejora tu salud cardiovascular: Durante mucho tiempo se ha considerado que la cerveza sube la tensión arterial como cualquier bebida que lleve alcohol. Pero los ingredientes de la birra ayudan a controlar esa tensión siempre dentro de un consumo moderado. En el caso de la Sin los beneficios son mayores ya que eliminamos el alcohol de la fórmula.
- Efectos sobre la inflamación y el envejecimiento: Entre las ventajas del consumo de la Sin encontramos su capacidad para prevenir el envejecimiento y de luchar contra la inflamación. Estos beneficios se derivan de los compuestos fenólicos presentes en esta bebida, que se combinan con el silicio. Estos elementos tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios en nuestro organismo que ayudan a luchar contra el envejecimiento y a reducir las molestias inflamatorias.
Diferencia entre la sin alcohol y la 0,0
El apasionante mundo de la birra está en continuo movimiento y en los últimos tiempos hemos visto la aparición de nuevas cervezas sin alcohol y 0,0 con la que se aumenta la oferta de este tipo de bebidas. Tanto una como otra se han asentado en España y de hecho un 14% del total de la cerveza que se vende es Sin ó 0,0. Bien es cierto que las compañías se han esforzado por dotarla de un sabor más potente y la verdad es que ha mejorado mucho, sobre todo algunas marcas.
Pero hay una diferencia importante entre una cerveza y otra. La Sin puede contener hasta un 0,9% de alcohol y la media habitual es de un 0,7%. Según la ley, no es necesario poner en el etiquetado la cantidad cuando se trata de un líquido que contenga menos de un 1,2% de alcohol. Es por este motivo que los fabricantes de cerveza Sin no informan de la cantidad total de alcohol que contiene su producto.
Por su parte, las cervezas etiquetadas como 0,0% sí que están totalmente libres de este componente. La ley les obliga a cumplir con esta regla y según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) en España se está cumpliendo según un estudio realizado en las marcas Estrella Galicia, San Miguel, Alhambra, Holbrand, Flake, Aurum, Amstel, Cruzcampo y Karlsquell.
Para los que se preguntan si hacía falta crear dos categorías para una diferencia tan pequeña hay que decirles que sí. La OCU recuerda al respecto que la ingesta de dos tercios Sin equivale al mismo volumen de alcohol que una caña corriente. Al parecer, esas décimas pueden afectar a determinados colectivos de riesgo como las embarazadas o los alcohólicos que están intentando superar su adicción. En cuanto a las calorías, la 0,0 tiene hasta un tercio menos que la Sin, que contiene unas 22 kilocalorías por cada cien mililitros.
Respecto al proceso de fabricación, para lograr una cerveza Sin se procede a una fermentación controlada con unos tiempos muy cortos en comparación con la cerveza tradicional. En cambio, para lograr una 0,0 se procede a retirar el alcohol mediante una máquina desalcoholizadora. Al tener una temperatura de evaporación más baja que el agua resulta más sencillo retirar el alcohol aplicando temperatura a la cerveza. Sin embargo, durante este proceso cambian algunas de sus propiedades organolépticas, algo que puede repercutir en el sabor final de esta bebida.
En la variedad está el secreto de su éxito en España
Uno de los motivos principales del auge en el consumo de cerveza SIN en España es la creciente variedad que ofrecen los fabricantes. No hace mucho cuando pedías una caña SIN en el establecimiento te ofrecían tan sólo una marca o tipo. Ahora la oferta se ha ampliado y el consumidor puede elegir entre un amplio abanico de posibilidades:
- Cervezas tradicionales en versión SIN generalmente de tirador como la Buckler o Mahou SIN.
- Cervezas 0.0 por lo general de botellín o tercio y también de tirador como la Heineken 0.0, la Cruzcampo 0.0, la Free Damm, la Estrella Galicia 0.0, la Ambar 0.0, la Amstel Oro 0.0 ó la Sagra 0.0.
- Cervezas genuinas 0.0 que buscan un sabor propio y característico como la Mahou 0.0 Tostada, Ambar 0.0 Tostada, Free Damm 0.0 Tostada, San Miguel 0.0 o la Magna Rosa 0.0.
Un futuro prometedor para la cerveza sin alcohol
Según informa en su artículo Miguel Ayuso Rejas, redactor de la web Directo al Paladar, los maestros consultados en su estudio insisten en que los próximos años veremos cervezas sin alcohol en torno a dos líneas de desarrollo. Por un lado los productos más premium como las cervezas artesanas sin alcohol y por otro las birras con todo tipo de sabores.
Según palabras de Karen Peiró, maestra cervecera de Damm “gracias a la tecnología ha habido una gran evolución. De las primeras sin alcohol que eran prácticamente dulces, con mucho aroma a pan y a mosto, a la cerveza que tenemos ahora hay enormes diferencias”.
Y es que los fabricantes siguen estudiando los procesos de extracción del alcohol de manera menos agresiva para la cerveza madre. La menor temperatura posible nos llevará a productos más logrados. Si los bares colaboran y ofrecen una mayor variedad los clientes podrán elegir la Sin que más les guste. Este es el verdadero futuro prometedor de esta bebida que cada vez cuenta con mayor número de consumidores.