En el mundo de la distribución a hostelería se considera última milla la fase de entrega final cuando el producto se lleva al cliente en su ciudad. Mientras el transporte de larga distancia suele pasar más desapercibido, el de última milla es muy evidente para el público en general por la presencia de furgonetas y camiones por las calles de nuestra ciudad.
Debido a las nuevas normativas medioambientales y la creciente regulación, esta distribución a hostelería de última milla ha tenido que reinventarse continuamente para hacer frente a las necesidades operativas y legales.
A continuación repasamos cuáles son las tendencias fundamentales para la distribución a hostelería de última milla.
Trazabilidad de todo el proceso
La transparencia en la trazabilidad permite a los clientes conocer el estado de su envío en tiempo real y supone una herramienta imprescindible para el buen resultado y medición de las operaciones. Además de localizar un paquete perdido conoceremos cómo está funcionando nuestra operativa. Por eso los operadores logísticos están invirtiendo cada vez más en mejorar la trazabilidad.
Optimización de rutas de distribución a hostelería
Los negocios de distribución a hostelería ya suelen utilizar cada vez más herramientas con las que diseñan de manera automática las rutas de reparto en busca de su optimización. Esto permite, entre otras cosas, informar al cliente en tiempo real de las previsiones para la llegada del envío o del número de entregas que quedan por delante de la suya. Pero especialmente, la optimización de las rutas, ayuda a las empresas de distribución a hostelería a reducir los costes logísticos de la ruta permitiendo hacer más entregas en menos tiempo y por tanto sacando mayor rentabilidad a cada camión o furgoneta de reparto. Dentro de esta optimización de las rutas también está la opción de estudiar diferentes opciones de reparto, entre las que destaca el uso de furgonetas en lugar de camiones que permiten una mayor maniobrabilidad y agilidad, pese a su menor capacidad de carga.
Almacenes urbanos
Una de las grandes luchas del mundo de la distribución es la de expandir el uso de almacenes urbanos para que la última milla sea lo más corta posible. El objetivo es reducir la distancia que tienen que recorrer los vehículos para poder fomentar el uso de vehículos eléctricos (reduciendo el impacto medioambiental), así como para agilizar la entrega de los pedidos de última hora. La dificultad a la hora de encontrar este tipo de almacenes reside en localizar ubicaciones cerca de los núcleos urbanos pero sin que los costes de alquilar o comprar esos espacios penalicen excesivamente los costes asociados.
Logística verde en la distribución de última milla
El respeto por el medio ambiente es uno de los valores más tenidos en cuenta por la sociedad y las empresas. El objetivo es ser lo más sostenible posible y respetuosos con nuestro entorno natural. Cada día se ven con mayor frecuencia tanto coches como motos eléctricas y otros vehículos con combustibles limpios o menos contaminantes. La optimización de las rutas de distribución a hostelería para recorrer menos kilómetros en vacío, evitar los atascos u otras situaciones que aumenten la huella de carbono suponen un gran adelanto.
La gran responsabilidad de los operadores logísticos y su compromiso con el desarrollo sostenible de nuestro planeta los convierte en protagonistas de la apuesta decidida por el medio ambiente. Y no sólo en este 2022 si no también de cara a los años venideros. Aquí es donde entran las nuevas tecnologías que han venido para reducir los costes con pequeñas inversiones.
Los distribuidores de hostelería no tienen la posibilidad de utilizar pequeños vehículos eléctricos como la bicicleta o el patinete por razones evidentes. Y es que resulta complicado repartir un barril de cerveza o cajas de botellines a pedales. Pero si pueden aplicar otras utilidades tecnológicas impensables hace algunos años como puede ser un buen software de gestión de almacén, pedidos o rutas con el que controlar al detalle todo el proceso desde que se compra un producto hasta que llega a la última milla y la posterior entrega al cliente.
No podemos permanecer ajenos a lo que ha llegado y a lo que está por llegar como puede ser el empleo de robots que reducirán los gastos de personal. Para eso tenemos que estar inmersos en esta revolución tecnológica y adaptar nuestros negocios de distribución a la era digital.