Una empresa bien gestionada debe analizar correctamente sus gastos y entenderlos. Uno de los puntos fundamentales es saber distinguir entre los gastos fijos y variables e identificar correctamente cada uno de ellos.
¿Sabes diferenciarlos? ¡Te lo contamos brevemente!
En primer lugar, realizamos una pequeña diferenciación para así poder distinguirlos y a continuación haremos hincapié en cada uno de ellos.
Como hemos comentado, los gastos de una empresa se pueden dividir en:
Gastos variables, que varían en función de la actividad del negocio, como las compras de mercaderías.
Gastos fijos, cuyo importe no depende de las ventas o actividad del negocio, como, por ejemplo, el alquiler.
Gastos variables
Los gastos variables de una empresa son aquellos que fluctúan en función de la cantidad de productos o servicios producidos o vendidos.
Dependiendo de la empresa, son unos u otros, pero los principales gastos variables que se pueden encontrar en una empresa son:
- Compra de materias primas: fluctúa en función de la cantidad de productos que la empresa produce. Cuando la empresa produce más productos, necesita más materias primas, lo que se traduce en mayor gasto en materiales. Por el contrario, si la producción disminuye, la empresa necesitará menos materias primas y el gasto disminuirá.
- Compra de mercadería: al igual que el anterior, varía según la cantidad de productos o servicios que la empresa venda.
Comisiones de venta: gastos relacionados con el pago de comisiones a los empleados o contratistas que generan ventas. - Gastos de transporte: depende de la estructura de costos de la empresa. En general, si el transporte varía en función de la cantidad de productos o servicios que venden o producen, entonces puede ser considerado un gasto variable.
Gastos fijos
Los gastos fijos de una empresa son aquellos que se mantienen constantes en el tiempo, independientemente de la cantidad de productos o servicios producidos o vendidos.
Los gastos fijos al igual que los variables son diferentes según el tipo de actividad de la empresa, pero algunos ejemplos de gastos fijos son:
- Alquiler de las instalaciones y oficinas de la empresa.
- Sueldos y salarios de los empleados.
- Servicios de telecomunicaciones como el internet.
- Determinados impuestos: uno de ellos podría ser el Impuesto sobre la Renta, es un impuesto que se basa en las ganancias netas de la empresa.Otro podría ser el Impuesto sobre Nóminas, es aquel que se paga sobre los salarios y beneficios de los empleados.
Como podéis ver, los gastos fijos y variables varían según el tipo de empresa y donde esté situada. Sin embargo, es esencial que las empresas comprendan y distingan entre los gastos fijos y variables para administrar eficazmente sus finanzas y así maximizar su rentabilidad.
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