Empieza a trabajar ya en la declaración de la Renta de tus clientes

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Renta de tus clientes

Descubre en este artículo cuáles son las ventajas de comenzar ya con la declaración de la Renta de tus clientes.

  • El cierre del año natural va acompañado del cierre del período impositivo del IRPF.
  • Si bien los últimos días del año son muy importantes para la relación entre asesores fiscales y clientes, no lo es menos empezar con fuerza el nuevo año.

Preparar la declaración de la Renta es, en cierto modo, como el entrenamiento de un deportista de cara a la competición. Todo el año hay que trabajar duro para llegar a cada cita en buena forma.

Aunque la confección de la declaración puede ser rápida y sencilla, el resultado es fruto del trabajo de un año. De hecho, en ella se plasma la obtención de rentas y un conjunto de circunstancias personales del ejercicio.

El ciclo de preparación de la declaración de la Renta

Una correcta preparación de la declaración de la Renta comienza con una buena planificación fiscal. No debemos dejar todo a los ajustes de última hora que controlen la cuantía de la cuota del año siguiente.

Por el contrario, tiene que haber una buena coordinación entre asesores y clientes a lo largo del ciclo completo. Casi cualquier decisión tiene implicaciones fiscales y, además, condiciona las que se tomen en el futuro.

En ese sentido, es importante contar con una visión integral que aúne:

  • Todos los impuestos. De poco sirve pagar menos en el IRPF si tomamos decisiones que incrementen la factura fiscal en otros tributos.
  • Un horizonte temporal de largo plazo. Hay que integrar los aspectos financieros en las decisiones fiscales. Muchas opciones implican adelantar o retrasar el pago de tributos y tienen, además, otras ventajas o inconvenientes que hay que tener en cuenta. En cualquier caso, deberemos valorar los flujos de caja en un mismo momento del tiempo.
  • Las repercusiones de estrategia empresarial.  Cada decisión puede abrir, cerrar, facilitar o dificultar otras que se tomen en lo sucesivo. De poco sirve ahorrarse un dinero en la declaración de la renta si, por ejemplo, con ello condicionamos negativamente algún aspecto de inversión en nuestro negocio.

La declaración de la Renta no puede valorarse de forma aislada, sino en un horizonte temporal completo, que incluya todos los impuestos y decisiones.

Por tanto, es importante que asesor y cliente compartan esa visión integral desde el principio. Debe quedar claro qué necesita cada parte para que la relación fluya correctamente:

  • Qué busca el cliente.
  • Qué puede aportar el asesor.
  • Cómo se van a organizar los flujos de información y documentación entre ambas partes.

Los datos claves para iniciar el año

Una buena planificación se sustenta sobre los datos. El cierre contable y fiscal es una ocasión para analizar la evolución del negocio y sus repercusiones fiscales. En particular, nos fijaremos en aspectos como:

  • La evolución de los rendimientos (trabajo, capital mobiliario e inmobiliario, actividades económicas) durante el ejercicio. Aquí nos detendremos no solo en los ingresos, sino también en gastos necesarios como cotizaciones sociales, gastos deducibles de los autónomos, gastos de inmuebles, comisiones…
  • Las perspectivas de evolución de cada uno de los factores que influyen en los rendimientos. Por ejemplo, intentaremos anticipar el contexto económico e, incluso, los cambios normativos más probables.
  • La composición del patrimonio del cliente y su valoración, tanto presente como su evolución previsible. Analizaremos en qué medida pueden ser necesarias o convenientes alteraciones patrimoniales que puedan conducir a ganancias o pérdidas patrimoniales.

Decisiones fiscales de final del ejercicio

Cuando llegue el final del ejercicio, puede que tomemos decisiones para ajustar el resultado de la declaración del año siguiente como, por ejemplo:

  • Aportaciones a sistemas de previsión social.
  • Aportaciones a patrimonios protegidos de personas con discapacidad.
  • Suscripción de acciones o participaciones en empresas de nueva creación.
  • Inversiones de beneficios de contribuyentes que cumplan los requisitos de reducida dimensión.
  • Inversiones en Canarias.
  • Inversión en elementos nuevos del inmovilizado material o inversiones inmobiliarias afectas a actividades económicas.
  • Realización de donativos.
  • Actuaciones para la protección y difusión del Patrimonio Histórico Español y de las ciudades, conjuntos y bienes declarados Patrimonio Mundial.
  • Anticipar la realización de determinados gastos deducibles para la determinación del rendimiento de la actividad económica.
  • Alteraciones en el patrimonio como, por ejemplo, la venta de algún bien del contribuyente.

En el IRPF existen muchas opciones para desgravar, pero el asesor debe ayudar a sus clientes a encontrar la más apropiada para su caso.

El trabajo con las declaraciones ya presentadas

Siempre conviene valorar circunstancias que pueden motivar la presentación de autoliquidaciones complementarias o solicitudes de rectificación. Entre los factores que pueden motivar cambios en declaraciones de ejercicios anteriores encontramos, entre otros:

El papel de las soluciones de gestión

La Ley 11/2021 ha dado remarcado todavía más, si cabe, la importancia de las soluciones de facturación, contabilidad y gestión en el ciclo fiscal. A lo largo de todo él, el software debe garantizar que se cumplen las condiciones de integridad, conservación, accesibilidad, legibilidad, trazabilidad e inalterabilidad de los registros.

En términos prácticos, eso supone, entre otros aspectos, una prohibición del software de doble uso. No pueden llevarse contabilidades paralelas ni hacer ajustes irregulares de última hora que falseen la realidad. Por eso, hay que contar con soluciones certificadas y una fluida comunicación entre clientes y asesores que facilite el cumplimiento normativo.

Para las asesorías y despachos profesionales, la clave pasa por contar con herramientas adecuadas. Una solución como Sage Despachos Connected garantiza cumplimiento normativo al mismo tiempo que ofrece usabilidad, innovación y conectividad para asesores y clientes.

Vemos, por lo tanto, que las labores fiscales, más que tener unas fechas de inicio y fin, implican un esfuerzo continuo con el cliente. Los últimos días del ejercicio y los primeros del siguiente son propicios para avanzar en la preparación de la declaración de la Renta.

Artículo extraído de Sage Advice, redactado por Gonzalo García Abad, experto en fiscalidad, contabilidad y finanzas.

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