Asientos de cierre y ajuste, ¿cuál es la diferencia?

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En esta publicación detallamos, paso a paso, la naturaleza de los asientos de cierre y ajuste contables, el proceso de creación de los mismos y su importancia para el correcto desenvolvimiento de la organización.

Los asientos contables representan todas las inscripciones efectuadas en el registro contable con el propósito de reflejar una transacción o evento contable. Estas entradas pueden clasificarse en operativas, de ajuste, de regularización, y de cierre…

En este blog nos enfocamos en los registros de ajuste y cierre. Estas dos entidades contables se distinguen, en primer lugar, por documentar la actividad de la compañía y corregir cualquier inexactitud identificada. En segundo lugar, se realizan al término del período contable.

Sin embargo, existen discrepancias entre ambas. A continuación, te las describimos.

¿Qué son los asientos de ajuste?

Este tipo de registro se efectúa al final de un intervalo temporal con el propósito de actualizar los registros financieros de la empresa antes de llevar a cabo el cierre contable. La meta de los asientos de ajustes es asegurar la exactitud del resultado financiero. A través de este método, se distribuyen determinadas transacciones entre los períodos contables afectados, y se registran los ingresos acumulados así como los gastos que no fueron contabilizados en el proceso de cierre anual (regularmente programado para el 31 de diciembre).

A lo largo del periodo, se contabilizan numerosas transacciones de ingresos y gastos. Sin embargo, es posible que al acercarse la fecha de cierre, se presenten situaciones como las siguientes:

  • Existencia de ingresos y gastos contabilizados que corresponden a ejercicios anteriores.
  • Omisión de algunas transacciones llevadas a cabo dentro del periodo correspondiente al ejercicio.
  • Inclusión pendiente en los registros de ingresos y gastos del mismo ejercicio.

En estas circunstancias, se efectúan las adecuaciones financieras, con el propósito de lograr la exactitud adecuada en el resultado financiero.

Ajustes contables vs ajustes extracontables

Alcanzando este punto, resulta significativo diferenciar entre ajustes contables y ajustes extracontables. Estos últimos corresponden a modificaciones aplicadas sobre el resultado financiero para calcular la base gravable del Impuesto de Sociedades. El término «extra» se emplea debido a que estos ajustes se llevan a cabo fuera del contexto contable, y su principal finalidad radica en alinear los gastos e ingresos de una empresa con las regulaciones tributarias.

¿Qué son los asientos de cierre?

Después de realizar los ajustes necesarios para regularizar los ingresos y gastos y actualizar los registros del balance, llega el momento de calcular el resultado financiero. Esto se ejecuta mediante los asientos de cierre, que concierne a todas las cuentas de ingresos y gastos con saldo.

Por lo tanto, en contraposición a los registros de ajuste, los registros de cierre se realizan con el fin de concluir y liquidar las cuentas de ingresos y gastos. En resumen, se trata de la última anotación efectuada en el Libro Diario.

La finalidad de este tipo de registro es establecer las cuentas en cero, debitando todas las cuentas con saldo a favor y acreditando aquellas con saldo en contra. Al llevar a cabo este registro, obtendremos los datos necesarios para presentar el Balance de Situación y determinar el Patrimonio Neto de la empresa.

Con esta información, la empresa puede visualizar la dirección que se pretende tomar en el futuro, basándose en la situación financiera actual. Por tanto, este registro impacta directamente en el proceso de toma de decisiones. El resultado obtenido se asemeja a una proyección financiera que permite anticipar el crecimiento futuro de la empresa, así como los recursos necesarios y la inversión financiera requerida para el adecuado progreso de sus operaciones.

Cierre contable ≠ cierre fiscal

Es fundamental distinguir entre el cierre contable y el cierre fiscal.
El cierre contable se ejecuta antes que el cierre fiscal y, como previamente indicado, revela el resultado final de las cuentas del balance. Este resultado se distribuirá entre dividendos y reservas una vez sean aprobados por la Junta General. En contraste, con el cierre fiscal determinamos la base imponible, sobre la cual calculamos el Impuesto de Sociedades.

Sin embargo, ¡presta atención! Aunque la base imponible (obtenida tras el cierre fiscal) no es idéntica al resultado contable que obtenemos durante el cierre, es esencial que ambos se coordinen mediante la realización de ajustes extracuentas adecuados. De esta manera, estaremos capacitados para calcular el Impuesto de Sociedades y mantenernos en consonancia con las regulaciones fiscales vigentes.

Para facilitar y agilizar estos procesos de cierre contable y fiscal, así como la coordinación de ajustes entre ambos, contar con herramientas adecuadas es esencial. En este sentido, el software de Sage 50 se presenta como una solución integral. Con su capacidad para gestionar de manera eficiente los registros contables, realizar ajustes, generar informes financieros precisos y automatizar cálculos fiscales, Sage 50 se convierte en un aliado imprescindible para las empresas.

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